Lentamente trazo las líneas y formo a lápiz un impreciso y dubitativo dibujo. Preparo los sencillos pigmentos de las acuarelas.
Con mis colores favoritos: violeta cobalto, gris payne, azul ultramar, rojo cadmio, ocre oro, tierra sombra, negro óxido de hierro o amarillo limón, me recreo y les dedico más tiempo.