
OTRA SEMANA
Una semana más en el paraíso patrio de las falacias. Pareció notarse, al principio, un atisbo de cambio en las informaciones periodísticas; medios de comunicación de contrastado carácter afín y masajeador con nuestro líder supremo, endurecieron el tono de sus críticas, o las propinaron por vez primera, pensando, tal vez, que ahora sí, que estos nuevos informes de la UCO (que es, según a quien investigue y deje en mal lugar, verdad absoluta o fango togado) eran tan demoledores que nuestro presidente, amo, héroe, no podría hacer otra cosa que dimitir y, por lo tanto, su ética periodística debía adaptarse a los posibles nuevos adjudicadores de subvenciones, aplicando
una pátina de indignación que (pasados los días y viendo que nuestro capitán Pedro se atornilla de nuevo al sillón por el bien de esos mismos españoles a los que no va a preguntar su opinión) ha ido resquebrajándose y vuelve a seguir sin sonrojo el argumentario del pagador de sus nóminas. O casi, no sea que al final todo pete y haya que contorsionarse demasiado para agradar a los nuevos inquilinos del poder.
Y así, mientras unos corruptos les afean sus corruptelas a los otros, sus maniobras para controlar y usar a su interés las instituciones del estado y sus resortes, su hipocresía y su cinismo, nosotros, los paganinis, desempeñamos fielmente el papel que todos ellos (sin excepción, por desgracia) nos han asignado; el de elegir bando.
Todo lo que está mal es por culpa del otro, aunque haga siete años que gobierno yo. Todo lo bueno es gracias a nosotros, a pesar de los innumerables enemigos que tenemos y que se empeñan en vivir peor.
La semana deja momentos que serían impagables si no fuera porque los pagamos muy caros, como ese del PP aleccionando sobre corrupción, el del PSOE diciendo que actúa contra ella pero, pobrecito, es que se ha enterado ayer y está muy disgustado, el de la señora Nogueras, diciendo que los partidos españoles son corruptos (sí, la señora del partido del 3%, de la malversación, la que negoció la amnistía con la cara visible de esa corrupción que tanto critica pero que, si ella consigue lo que quiere, ya le está bien), el de las supuestas feministas que ahora dicen que sabían lo puteros que eran todos pero que callaron porque, al fin y al cabo, son los suyos, y elegir entre la defensa de la mujer y conservar el carguito…
Y así está la “izquierda”, abriéndoles las puertas y las ventanas de par en par al lobo diestro.
Y de Europa, ¿qué decir de Europa? Pues Bruselas opina que la amnistía que el Tribunal Constitucional español (que está politizado o no según el espectro político que ostente su mayoría) dará por buena, es una autoamnistía intolerable redactada y votada por los mismos condenados beneficiados con su aprobación, y que (para echarse a llorar) su parlamento ve “indicios” de violación de los derechos humanos en los ataques de Israel a Gaza. Sólo han tardado veinte meses en darse cuenta. Han visto una colilla y han dicho, calla, aquí han fumado.
Visto lo visto, que en una ciudad española, o catalana, o barcelonesa, o como libremente decida autodenominarse, unos tarados hayan decidido colocar una rampa al borde de un barranco para saltar con sus bicicletas por encima de una carretera, ya ni me sorprende. ¿A quién votará esta gente? ¿Y los que los graban y jalean desde las cunetas?
Quizás, lo más triste, es que estos inconscientes sean los más decentes de todos.
Ismael Pérez de Pedro