«Sola. Estoy sola. Siempre estoy sola», dejó escrito Marilyn Monroe en uno de sus cuadernos descubiertos hace pocos años.
El mito erótico no era nada más que una mujer asustada. Tuvo tres maridos y demasiados amantes que no llegaron a comprenderla, porque esa sensación de inseguridad, soledad y miedo permaneció hasta su muerte.