ICE CREAM DAY

ICE CREAM DAY

Escuché una vez en algún sitio que los cruceros, por norma, tienen en el barco una sala acondicionada como morgue por si en el transcurso del viaje, por lo que sea, fallece algún pasajero.

Por escabroso que pueda parecer el dato, es algo lógico dado que, en muchos de ellos, viaja gente mayor con distintas patologías, o sencillamente, por cualquier accidente o imprevisto que pueda suceder. Pues bien, esta sala consta, normalmente, de cuatro neveras de estas que alguna vez hemos visto en las películas o series de televisión, en las que se acomoda al cadáver hasta la llegada a destino o a algún puerto en el que pueda desembarcarse. Sucede, a veces, que la fatalidad se ceba con ese crucero y, por lo que sea, el número de fallecidos excede al de cabinas frigoríficas donde llevarlos. Ese día, me contaron, como quiera que no es de recibo dejar un cuerpo sin vida al aire libre en cualquier sitio y para su adecuada conservación hasta la llegada a tierra, vacían en la bodega la cámara frigorífica que contiene las tartas y los helados para poder alojar en ella al finado. Como consecuencia, y para que todos esos alimentos no se echen a perder, regalan a los pasajeros todos esos postres que de otro modo iban a malograrse, y lo hacen bajo el eufemístico epígrafe de ICE CREAM DAY. De este modo los clientes disfrutan alegremente y sin límite de una acción inesperada y feliz para ellos sin ser conscientes de que ésta ha sido posible merced a una trágica desgracia que ignoran. 

   Pienso en esto muchas veces viendo determinadas imágenes o contemplando según qué actitudes que hemos interiorizado sin pensar ni por un instante que, como canta mi tocayo Serrano en uno de sus temas, toda felicidad deja algún damnificado.

   Aunque, a diferencia de lo relatado, en este crucero en el que hemos embarcado, todos somos casi siempre conscientes de la procedencia de nuestros helados y, lo que es peor, no parece importarnos lo más mínimo. Sólo nos interesa disfrutar de nuestro ICE CREAM DAY.

Ismael Pérez de Pedro. 

Poeta.