VIVIR SIN MIEDO

VIVIR SIN MIEDO

Después de más de un año de pandemia, en el que hemos vivido atemorizados por un virus diminuto, con miedo a salir a la calle, hablar con nuestros amigos, ir a los bares, al cine o al teatro, a viajar, a relacionarnos

con los vecinos…Creo que ya es hora de vivir sin miedo, abrazando a la vida, valorando cada uno de esos minutos que tenemos por delante y que jamás volverán a repetirse.

Si algo hemos aprendido de esta situación, es que la vida nos la pueden arrebatar en un instante, por lo que tenemos que darnos prisa en realizar las cosas que deseamos. Sentir más empatía hacia los demás, ayudarlos si podemos, escucharlos con tranquilidad y dar gracias por estar aquí y ahora sano, aprendiendo cada día a ser mejor persona.

Muchas veces voy por la calle, y veo ojos afligidos, que se adivinan a través de la mascarilla. Hablo con algunos amigos y la mayoría siguen esperando buenas noticias a través de la tele, que se acabe la pandemia, que las vacunas lleguen a todas partes y se acabe todo este lío. Que vuelvan los tiempos de antaño, en los que la gente se abrazaba y sonreía más, sin toques de queda o ningún tipo de confinamiento.

Debemos confiar en un bien mayor, sea Universo, Dios, o como quieras llamarlo tú. Pero vuelve tus ojos hacia dentro, hacia tu corazón y explora tu vida. Busca tus carencia y enriquécete. Aprovecha para viajar hacia dentro en lugar de estar pendiente de las noticias que una y otra vez repiten las mismas palabras, como un martillo en tu cerebro. Descubre nuevas formas de vivir dentro de esta situación, ya sea leyendo, aprendiendo un idioma, bailando en tu casa, paseando por la montaña. Y ahora que por fin todo está más abierto, no limites tu vida y haz lo que te apetece, respetando los límites, con cuidado y soñando con un mundo mejor que pronto se avecina.

No dejes nunca de soñar, de viajar, de respirar…

Acabo de leer un libro magnífico del gran Albert Espinosa, “Si nos enseñaran a perder, ganaríamos siempre”. Es un libro de relatos que tocan el alma y ayudan a encontrar la energía en aquellos momentos en los que el combustible flojea”. De esta manera, presenta el autor su última obra. Y ciertamente lo recomiendo en horas bajas, para recodarte que las palabras pueden sanar en tiempos difíciles, y hacerte recuperar tu poder y valentía.

Todos estamos en este barco de la vida, en medio de un océano que a veces se muestra amable y otras veces, turbulento. Vamos a buscar la manera de “situarnos en medio de la tormenta”, como bien dice Emilio Carrillo y desde ahí observar el mundo con cierta distancia, pero impregnándonos de alegría y de gozo.

Micaela Serrano Quesada