7.- OTRO NUEVO AMANECER - 8.- RETAZOS DE LA NOCHE de ANDRÉS GARCÍA MOTOS
7.- OTRO NUEVO AMANECER
Otra vez mirando a la ventana para saludar a un nuevo día, después de otra noche en la que he dormido poco, pero me ha servido para conocer mejor las entrañas del hospital, la entrega de los profesionales sanitarios, las necesidades de los pacientes,
las expresiones de dolor, el descanso después de haber sido atendidos con todo el afecto y la tranquilidad, y de haber podido vencer los momentos difíciles. Entonces doy las gracias a los que hacen posible que la vida continúe, a pesar de todas las duras dificultades que nos asedian.
El cielo está más claro que ayer. Quizás nos quedemos esperando la lluvia deseada, pero gozaremos de un sol claro y conciliador. Lástima que todo esto se quede tras la ventana y nos visite desde el exterior. Pero ya pronto llegará el verano para todos y podremos seguir gozando de la belleza de la vida y de la salud.
La familia del hospital de Viladecans crece y la salud se nos acerca. No podemos ni queremos estar tristes ni abatidos o deprimidos.
8.- RETAZOS DE LA NOCHE
Hace rato que estoy mirando al cielo a través de una ventana entreabierta de mi habitación. El sol intenta salir entre las nubes cerradas y oscuras, y yo pienso: ¿Será verdad que va a llover hoy? Y nadie me responde, pero estoy pasando el rato con la esperanza de que el tiempo va a cambiar y va a llover, aunque no sea “café en el campo”, sino agua en todas partes para aliviar los malos ratos que me faltan para llegar hasta la operación que me espera.
Estoy aprendiendo muchas cosas que no sabía porque no puedo dejar de asistir a las clases de la universidad de la vida en la que me hallo con sumo interés.
Se aproxima la mANDRÉS GARCÍA MOTOSañana. Comienza el movimiento de los enfermeros, médicos, pacientes, analíticas, de los ingresos nuevos, las altas de los que se van.
Aprovecho para saludar a los familiares y amigos que me arropan, antes de que se vayan a sus trabajos. Me cuidan, me animan y me empujan a seguir con fuerza y con mucho entusiasmo en este camino que me ha de llevar a buen término y a proclamar que estoy muy bien en todos los sentidos.
Gracias, pues creo que habéis conseguido que llueva y se limpie mi visión y mi esperanza.
La lluvia es para mí la sensación de estar vivo y limpio conmigo y con los demás en todo momento.
Me parece que voy avanzando con todos los que me acompañan. Por esto me siento afortunado y seguro.
ANDRÉS GARCÍA MOTOS